miércoles, 2 de agosto de 2023

Mi Dios, mi Señor y mi Padre

 

Clamor y confianza en Mi Dios, mi Señor y mi Padre

Por María de la Luz Martínez de Rodríguez

¿Cómo no agradecerte por ese amor infinito e incondicional que me has mostrado toda mi vida, aún cuando antes no te conocía? ¿Cómo no agradecerte por haberme escogido?, por haber puesto tu mirada en mi, pues ahora siento que siempre estuviste cerca de Mí y me cuidaste.

Cómo no agradecerte por haberme llamado, cambiado y transformado mi vida, pues antes de conocerte, yo vivía en la oscuridad, pero me fuiste mostrando poco a poco tu luz.

y Cómo no agradecerte que, a pesar de las pruebas, sufrimientos de pasar por valles de sombra como fue la muerte de mi amado hijo Jorge, Tú me sostuviste y me diste la paz, la fortaleza y la aceptación de tu voluntad para seguir adelante.

Como no agradecerte si a través de tu Palabra Tú me fuiste anunciando Tu voluntad y, aunque en ese momento no lo entendí, pues días antes de su partida, Tú me mostraste claramente en el Salmo 91, 14 "Yo lo pondré a salvo, fuera del alcance de todos, porque el me ama y me conoce. Cuando me llame, le contestaré ¡Yo mismo, estaré con él! Lo libraré de la angustia y lo colmaré de honores; le haré disfrutar de una larga vida ¡Le haré gozar de mi salvación!".

Pero yo en ese momento no logré entender plenamente el significado de tus palabras, pues pensaba que todo esto se lo ibas a dar en esta vida. Después, cuando sucedió, mis ojos se me abrieron y vi con claridad que Tú, Señor, me estabas preparando para sufrir esa pérdida, dándome la confianza y la seguridad de que Tú ibas a estar con él, que no lo ibas a dejar ni a abandonar en esos momentos tan difíciles para él; que tu presencia iba a estar con él y así fue, pues en ese momento tan doloroso de su vida, él clamó a Ti, dejando como testimonio las huellas de su mano ensangrentada en su Biblia.

No me rebelé, no te reclamé, solamente pude reconocer que Tu eres soberano y que nuestras vidas te pertenecen, y te lo entregué con todo mi corazón y exclamé como Job 4, 21: "El Señor me lo dio y ÉlI me lo quitó ¡Bendito sea el nombre del Señor!" . Job 42, 5: Hasta ahora, solo de oídas te conocía, pero ahora te veo con mis propios ojos" .

Cómo no agradecerte, como dice tu Palabra en Santiago 2: Ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase. Pues ya saben que cuando su Fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento. Pero procuren que esa fortaleza los lleve a la perfección, a la madurez plena, sin que les falte nada".

Este es mi testimonio de amor, misericordia y fidelidad del Señor para mi vida; para ÉI sea el honor, la gloria y la alabanza por siempre. Amén


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los más leídos