martes, 4 de julio de 2023

El Señor responde a nuestras necesidades

Ismael Galván y su familia

Becas de estudio para mis hijos

Nuestro Señor tiene manifestaciones de diferente índole, y responde cuando uno le pide de corazón y de acuerdo a nuestras necesidades. Este es un relato de cómo Dios responde a las necesidades económicas cuando uno está dispuesto a hacer lo que le toca.

Crecieron los hijos y en el año 2001, se nos presentó la necesidad de que Ismael, nuestro hijo mayor, quería estudiar una carrera que en ese tiempo sólo las universidades privadas de gran prestigio la ofrecían. 

Nuestra economía no permitía el comprometernos con ese gasto tan fuerte, por lo que advertimos a Ismael que necesitaba obtener una beca del 50% mínimo para poder estudiar ahí, y nosotros pondríamos el resto.

Toda la familia orábamos al Señor pidiendo su providencia, pero con nuestro corazón siempre dispuesto a hacer ajustes y sacrificios en nuestra economía, y esperando recibir sólo lo que nos hacía falta, no más. Es decir. poniendo nuestra parte y no esperando que el Señor haga todo sin que nos cueste algo.

A Ismael le concedieron una beca del 70%, lo que solucionó la necesidad y pudo hacer su carrera en la Universidad de Monterrey (UDEM). con otros dos de nuestros hijos. Así mismo, el Señor ha respondido a la necesidad que se nos ha presentado En el caso de Omar, que actualmente estudia Mecatrónica, y que obtuvo una beca del 65%, gracias al Señor y a los dones deportivos que le regaló, la situación económica, aunque con sacrificio, salió adelante. 

La problemática se nos presentó al momento en que Maru, nuestra tercera bendición de vida, iba a ingresar a la preparatoria, ya que serían tres colegiaturas, que no podíamos cubrir en su totalidad; pero deseando darle la misma oportunidad que a sus hermanos, nuevamente clamamos al Señor como lo habíamos hecho anteriormente, pidiéndole sólo lo necesario para completar.

Dios permitió que otorgaran a Maru una beca del 50%, que no solucionaba la necesidad del todo; pero cual sería nuestra sorpresa, que al momento de ir a analizar las posibilidades de pago, nos enteramos que la UDEM otorga una prestación especial cuando ya son tres hermanos los que estudian en la institución; eso quiere decir que al hijo mayor y por el que se pagaba una mayor cantidad por estar estudiando la carrera, se le otorgaría un 30% de beca adicional, misma que permitía que nuestro presupuesto se mantuviera igual que antes.

Así es como comprobamos que El Señor responde a nuestras necesidades cuando hacemos lo que nos toca, ya que no sólo implicó ajustar el presupuesto, sino además nuestros hijos han estado dispuestos siempre a trabajar para la institución y cubrir su beca-compensación, evitando así el generar una deuda.

Como familia estamos seguros que el Señor proveerá lo necesario para que también Ángel, nuestro cuarto hijo, tenga la misma oportunidad que sus hermanos.


¡Gloria a Dios porque él conoce nuestro corazón!


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