María Esther de Sánchez y Gustavo Adolfo Sánchez Galindo |
Curación milagrosa por gracia de Dios
En una ocasión, al empezar la Cuaresma, me diagnosticaron lupus dos doctores. Fue impactante para nosotros y vivimos esos días de la mano de Jesús, literalmente padeciendo junto con Él.
Oraron mucho por mí, tanto en la Asamblea Sectorial de la comunidad Jésed, como en MCM, donde servíamos y seguimos sirviendo, y me encomendé al Jesús de laMisericordia, pues en esos días, el sacerdote en una misa nos presentó la devoción a El y nos dio la Coronilla para rezarla.
Y la víspera del Domingo de Resurrección, cuando me iban a confirmar el tipo de lupus para darme el tratamiento adecuado, nos sorprendió el doctor diciendo que en realidad no tenía lupus, que no sabía lo que tenía, pero que los últimos análisis aseguraban que ya no había lupus.
Para nosotros, ese fue otro milagro del Señor, que me quiso resucitar junto con Él y mostrar su poder, su amor por nosotros y su misericordia infinita para gloria suya.
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