miércoles, 5 de abril de 2023

Acción de Dios en la familia

 

Familia Velasco Bracamontes

En 1987 nuestro matrimonio estaba en una crisis muy peligrosa, de hecho ya estábamos viviendo un divorcio espiritual, mi esposa Lorena y un servidor. Ella cada vez vivía su vida y yo no lo aceptaba y me volví muy agresivo contra ella, cosa que no estaba ayudando, al contrario, cada vez la empujaba para que decidiera seguir viviendo su propia vida.

La misericordia de Dios es muy grande, pues fui invitado a un retiro con el Opus Dei, fue ahí donde encontré las causas de todos nuestros males: nos habíamos alejado de Dios.

Recordé que cuando nos íbamos a casar le escribí una carta a Lorena donde le decía que la quería mucho, que era la mujer que Dios me había guardado para mí y que era muy dichoso que yo también era para ella su esposo prometido; además, le decía que si queríamos ser felices no nos debiéramos alejar de Dios y que si descubríamos en nuestro caminar que ya no éramos tan felices, debiéramos revisar qué tan alejados estábamos de Dios.

Así que, regresando del retiro, busqué esta carta y se la mostré, le pregunté si estaba de acuerdo que nos habíamos alejado de Dios y estuvo de acuerdo.

Entonces le dije que fuéramos a pedirle perdón a Dios nuestro Señor, nos arrodillamos y lo hicimos. También le dije que fuéramos a la iglesia a pedirle a Dios que nos reconociéramos pecadores y que queremos nuevamente acercarnos a ÉI, para que nos indicara cómo le íbamos hacer, Así pues, llegamos a la parroquia de Lourdes y había una asamblea de oración de la renovación del ES.

Yo le dije a Dios nuestro Señor: "No me gusta este movimiento, se me hacen muy locos y se dejan gobernar por sus emociones" . Pero como yo le dije que a donde ÉI me dijera yo iba a ir, me aguantaba.

Al otro día llegó la respuesta de Dios nuestro Señor. Un compañero de trabajo, Octaviano Flores y su esposa Aída, nos llevaron una invitación para MCM. Desde entonces no nos queda duda: este es el lugar

Hoy, después de 22 años, veo los abundantes frutos. Primero en que ya no queríamos mas hijos y lo primero que nos confrontó el Señor es que no estábamos abiertos a la vida. Lorena dijo: "Si Dios quiere que tengamos más hijos, que me embarace este mes". Dios quería que tuviéramos más hijos. Así fue concebido Juan Carlos en ese mes con todo y el dispositivo (no sabíamos que era método abortivo).  

Hoy veo a mis 7 hijos llenos de temor a Dios y con muchos frutos, y mi matrimonio lleno de felicidad y amor, que no me queda otra que decir: ."Gloria a Dios por su gran misericordia y habernos insertado en este pueblo que es suyo y está lleno de hombres y mujeres Santos".




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