martes, 18 de abril de 2023

La Casa del Milagro

 

Jesús Torres nos narra como El Señor les bendijo para no perder su casa
Maru y Jesús Torres

Le quiero dar gracias al Señor por "La subasta milagrosa"

Por  Jesús V y Maru Torres

En el año 2001, fuimos emplazados a juicio de desalojo de nuestra casa por parte de una institución bancaria. El juicio ya estaba señalado, y se iba a tener efecto la subasta de mis dos casas, ya que por una deuda no liquidada de una de ellas, los abogados demandantes pusieron las dos casas que poseemos, como garantía de pago.

Con la ayuda de un hermano, se consiguió la asesoría de un abogado, que fue muy sincero al decirnos: Esto ya va muy avanzado, y si saben rezar y confían en Dios, háganlo, porque sólo Él nos podrá ayudar" 

Fueron tan sabias sus palabras que nosotros, como familia, pusimos solamente nuestra parte, con oraciones y rezo del rosario.

En la institución bancaria nos abrieron la posibilidad de salvar el patrimonio, liquidando la deuda, que nos bajó de $1,400,000 pesos a solamente $150,000 (Cotización promedio, año 2001, $9.30 pesos por dólar.); lo cual se consiguió también con la ayuda de mi hermano y se hizo el depósito.

Así, con ello, nos fuimos al día pactado por el juzgado para la subasta de nuestras casas, pero con las palabras del abogado, "es muy difícil", por no decir imposible, que el juez dé por cancelada la subasta, así que sólo nos queda rezar". 

¡SUCEDIO EL MILAGRO! Al llegar el día de la subasta, se presentó el abogado demandante con dos o tres compradores de las casas, ya listos a "hacer de las suyas" , pero no contaban con que Dios, nuestro Señor, movió corazones y abrió puertas para que el juez determinara cancelar la subasta, y dar por terminado el juicio, mediante la presentación del depósito de pago, ante el coraje y frustración del abogado demandante, que vio venir abajo su sucio negocio de vender las casas y ganarse dinero con ellas.

Desde ese entonces, a mi casa yo la he bautizado como: "La casa del milagro`".

Damos GLORIA A DIOS, porque sabemos -a través de algunos abogados a los que les hemos platicado este hecho, que una subasta nunca se ha cancelado, pero. en este caso, teníamos al mejor abogado: DIOS, NUESTRO SEÑOR.

¡ALABADO SEA ÉL!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los más leídos