miércoles, 5 de abril de 2023

Vale la Pena dejar todo Por Cristo

 

Saraí Itza Nayeli Anleu Chapa









    Primero que nada quiero dar gloria a Dios por esta oportunidad de poder compartir con mis hermanos las maravillas que Dios ha hecho en mi vida y lo grande que Él es ante todas mis debilidades.

Mi familia y yo, entramos a la comunidad Jésed oficialmente cuando yo tenía 3 años. Prácticamente nací en ella y pues fue una infancia común; pasé por cada año y cada etapa feliz, llena del amor de Dios, de mi familia y de toda mi comunidad.

Una de las cualidades por las cuales le agradezco mucho a Dios y creo que mis padres también- es que soy muy obediente. ¿Por qué menciono esto? Pues porque al llegar a la adolescencia empezaron a surgir cambios en mi vida. Cambios que me estaban costando mucho asimilar, como el hecho de cambiar de colegio, en comunidad estaba teniendo algunos problemas con mis amigas, en casa como típica adolescente no me hallaba y sentía que nadie me entendía.En fin, sentía que mi mundo estaba de cabeza, y así fue durante 3 años.

Intenté salir siempre por mis propias fuerzas y capacidades, ocultaba muy bien todo lo que me pasaba y por esa razón caí en un lago de soledad, depresión y trastornos alimenticios (en mi caso no baje, sino subí excesivamente de peso) y realmente me sentía al borde del colapso, pensando que no valía la pena seguir con vida y que realmente a nadie le interesaba que yo existiera.

Pero Dios me ama tanto que me dio la opción de asistir a un retiro del Espíritu Santo para MJ y pues decidí ir. En este retiro Dios renovó mis fuerzas, me regaló algunos dones, me reveló parte de mi llamado y me tomó en sus brazos dándome la paz que tanta falta me hacía.

Así que mi conversión real fue a mis 15 años. Cuando una noche a solas con Dios le dije: "Señor esto poco que yo soy, esto poco que puedo ofrecerte, tómalo, es tuyo. Haz lo que quieras con mi vida, te pertenece". Y dicho y hecho, desde ese día tomé el llamado comunitario como propio. Anhelaba el día en que fuera parte de este bello baluarte.

Pero, desde entonces, no ha sido fácil el camino, he tropezado muchas veces, pero con ayuda de Dios, familia y hermanos, logro salir adelante porque desde hace años mi frase es "Todo lo puedo en Cristo que me da fuerza" Filipenses 4:13 y así es, háganla propia, día a día te da esperanza y confianza

He vivido muchas cosas buenas y unas muy edificantes, que me han llevado a acercarme muchísimo más a Dios y darme cuenta que Él es lo único que necesito. Sólo quiero mencionarlas: Las operaciones quirúrgicas de mi mamá, su cáncer, la vida familiar, mis estudios, el servicio y La Brecha

Esta última digamos que cerró un capitulo en mi vida un semestre atrás. Tengo 19 años y el tiempo que estuve lejos de casa, recibiendo formación y buscando crecer en mi relación con Dios, compartiendo mi vida con personas que no conocía, dejando atrás rencores, dolencias, aceptando cada obstáculo que Dios permitía para hacerme más fuerte y, sobre todo, dándome cuenta que lo único que necesito y hacia donde tiene que estar mi mirada es hacia Él.

Muchas veces me pregunté como yo podía contar mi testimonio si realmente no era de alto impacto como el de muchos hermanos. Desde niña Dios me protegió de enfermedades, vicios y malas influencias. Mi relación con mis papas siempre ha sido buena y de mucha comunicación; nada a cambio, sólo más amor de Dios. amo a mi familia, lucho por ser mejor cada día, doy todo de mí sin esperar nada a cambio, sólo más amor de Dios.

Tal vez este testimonio no los impacte, pero lo único que quiero es que al igual que yo, puedan, podamos, dar día a día gracias a Dios, porque todo lo que ÉI permite en nuestras vidas es para mejorar, porque lo que soy ahora es obra de Dios, con un corazón dispuesto, que ÉI no despreció. Le doy infinitas gracias por su misericordia y amor para conmigo y seguimos en esta lucha, dejando atrás a la vieja Saraí y tomando el lugar que me toca en este baluarte, tratando de ser esa mujer para Él, buscando no vivir con tibieza, sino ser radical en todos los sentidos, pensando sólo en servirlo, amarlo y seguirlo, que ÉI siga siendo el dueño de mi corazón.

Ya para terminar, muchos dicen que es difícil el camino, que seguir a Dios cuesta y a veces optan por hacer sólo un poquito de lo que les toca. Pero yo les digo, si realmente aman a Dios y a sus hermanos, si de verdad están convencidos de que todos juntos como pueblo podemos vivir el reino de Dios aquí en la tierra, si realmente les interesa ser mejores personas, dejar a un lado vicios, problemas y miedos que los aquejan y si ofrecen un corazón dispuesto a la voluntad de Dios; si, y sólo si de corazón intentan ofrecerle todo al Señor, podrán ver lo increíble que es nuestro Dios. Yo le di el "Sí" años atrás y no me arrepiento para nada, al contrario día a día, paso a paso digo y seguiré diciendo: VALE LA PENA DEJAR TODO POR CRISTO, REALMENTE VALE LA PENA".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los más leídos